¡Activémonos en familia!

No saben cómo me encanta la primavera. Dirán que estoy loca, pero hasta este nuevo horario me fascina porque te permite disfrutar una hora más de luz por las tardes y realizar actividades al aire libre. Es una gran oportunidad para incitar la práctica de deporte en los niños.

A partir de los tres años los niños comienzan a ir regularmente a la escuela. Pasan un promedio de cinco a ocho horas en ella, y aunque tienen recreos y clases de educación física, la verdad es que mucho del tiempo lo pasan sentados. Luego, en casa, también se quedan estáticos frente al televisor, y ni qué decir de las ocho a diez horas que pasan dormidos. Por eso es súper importante que cultivemos en ellos el amor hacia el deporte y la actividad física.


Cuando hablamos de niños más pequeños no es necesario que asistan a clases, basta con jugar a las escondidas o dar unas vueltas con un triciclo o bicicleta. Por supuesto, para ellos será más fácil acostumbrarse si es una actividad de la familia: a nosotros nos gusta ir a un pequeño parque próximo a la casa, André lleva su triciclo mientras yo empujo a Sofi en su carriola. ¡Así los tres estamos activos!

Ya antes les había platicado que desde siempre me ha gustado practicar algún deporte o actividad, creo que es súper importante enseñar ese hábito a nuestros hijos porque los cuerpos funcionan mejor cuando realizan ejercicio: hasta pareciera que las ideas se aclaran y nos ayuda a descansar cuando es el momento, el oxígeno fluye óptimamente y todos nuestros órganos hacen mejor su trabajo. Hay muchas otras posibilidades para que nuestros hijos se acostumbren a la actividad física, sin duda entre las mejores están clases específicas para ello. Hay, por ejemplo, clases de yoga para bebés que les ayudan a estimular las extremidades y a estar más relajados; hay deportes que pueden practicar juntos los hermanos, yo estoy considerando inscribir a André en clases de karate y, cuando llegue el momento, Sofi puede unírsele; el karate además ayuda a inculcarles disciplina y buena conducta.


En la escuela de mis hijos ofrecen algunas clases extracurriculares que están fantásticas, estoy segura que muchos otros colegios también las tienen: zumba, baile y también yoga. Una amiga inscribió a su hija desde que tenía dos años en ballet para pequeños y dice que aparte de todo lo que la ayuda físicamente, la hace muy feliz, se siente muy contenta y bella con su tutú y sus chonguitos. Otra actividad que está comprobado que ayuda a los niños en todos los sentidos es la natación: es un ejercicio súper completo y les es muy útil; además, desde bebés aman el agua. Los deportes en equipo como el futbol, aparte de todos los beneficios físicos, les ayudan a entablar vínculos sociales, a desenvolverse mejor y a sentirse más seguros. Hay muchas escuelas de futbol que aceptan a los niños desde los dos o tres años, puedes buscar alguna cercana.

Si sientes que pagar una clase es demasiado, pueden salir a caminar y explorar, o a correr juntos. Si hay algún parque por tu casa o trabajo, lleva a tus hijos: que se suban a las resbaladillas también es un ejercicio muy bueno. Verás de inmediato cómo se ponen muy contentos al activarse, y qué más que ver felices a nuestros hijos para nosotros también estar así. ¿Tus hijos practican algún deporte? ¿Nos recomendarías alguna actividad? No duden en dejarnos todos sus comentarios o compartirnos qué tema les gustaría que abordemos en el blog. Hasta la próxima.



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